Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Entre las sombras nocturnas de las calles y los tumultos de las plazas; entre el ambiente de las oficinas y las azoteas de los edificios, el cine es capaz de revelar los dramas y secretos de la Ciudad de México, cuyas grandes transformaciones del periodo 1970-2010 se asoman en este libro. Como hogar caótico, escuela de la vida y escenario de contrastes, el DF ha sido un protagonista polivalente de varias generaciones de cineastas, desafiados por su complejo paisaje, su papel en la Historia o por las filias y fobias privadas y colectivas de sus habitantes