El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En la escuela, los compañeros de Amadís despedían olores de jalea, chocolate, cocada, chicloso y cereza, mientras que la maestra y el director olían a chayote, puré de papa, carne molida, alcaparras y espárragos. Las clases se suspendieron porque unos a otros se empezaron a comer. Afortunadamente, ese día Amadís, no tenía nada de hambre.