La historia de México está llena de grandes momentos épicos y héroes memorables, pero desafortunadamente también de episodios vergonzosos plagados de traición, ambición desmedida y deshonor, como los que se narran en esta primera entrega de los divulgadores de la historia más populares de la televisión. En 1847 un grupo de liberales le propuso al general estadounidense Scott quedarse a gobernar México. Si algo define la historia de México son los fusilamientos y asesinatos a mansalva: Miguel Hidalgo fusilado, Melchor Ocampo fusilado, Francisco I. Madero asesinado, entre muchos, muchos más. ¿Moctezuma fue un cobarde al permitir a los españoles la entrada en Tenochtitlan sin oponer resistencia? A los mexicanos nos cuesta mucho creer en las instituciones y en la ley: seis constituciones en casi doscientos años de vida independiente dan testimonio de ello
Juegos florales admite tal vez varias lecturas. La interpretación más sencilla: un escritor, perdidas sus facultades y transformado en un mediocre maestro de literatura, intenta describir las relaciones de una pareja y su colapso final. Durante unas vacaciones en Roma repite toda la historia. Fue testigo de las peripecias d e Raúl y Billie. Los observó implacablemente, fue entonces su testigo como luego su juez. No entendió nada o, al menos, eso intenta hacerles creer a sus interlocutores. La historia se le embrolla, se le vuelve incoherente o voluntariamente trivial. ¿Estuvo enamorado de Billie Upward? ¿La odiaba? ¿Por qué? Lo único cierto es que de alguna manera la cercanía con su protagonista lo convirtió en un eunuco.En esta nueva novela de Sergio Pitol, bajo una apariencia ceñida y apretada y un ropaje casi ascético, late una corriente de estruendo y furia. Una vez más todo está en todo, Jalapa y Roma, un palacio veneciano y un mesón de arrieros en las proximidades de Papantla, la razón y las brujas, la vigilia y el sueño, el intento de describir una realidad cotidiana y el de verla espejear en los relatos que los protagonistas escriben o intentan escribir. En dos de ellos, uno situado en una Venecia intemporal y otro en un ingenio del trópico veracruzano quizás no casualmente aparece una misma referencia a la Reina de la Noche mozartiana, es decir al mal, la asfixia de los sentidos y su carga irracional.