Aun cuando los títulos reunidos en este volumen fueron publicados en forma separada, su edición conjunta era necesario pues ambos exponen dos rostros de una misma búsqueda: rescatar la esencia de su tierra natal a través de las letras. Por un lado, Las mariposas de la tía Nati relata leyendas e historias que se cruzan entre sí para hacer el retrato de los habitantes de un pueblo de Chiapas; por el otro, El arca de Caralampio detalla la fauna chiapaneca a manera de bestiario. Ambos despiertan un interés que, como señala Edith Negrín en la presentación, es "al mismo tiempo fascinante y doloroso, que abarca tanto la belleza del lugar [...] como la tristeza de la social de los chamulas y el despojo de que han sido objeto durante siglos".