Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Orientada hacia las vanguardias europeas de los primeros decenios del siglo XX, la obra de Manuel Rodríguez Lozano abrió otra vertiente de la plástica mexicana en cuya raigambre, si bien estaban presentes esas influencias europeas -incluida la revisión de las lecciones clásicas y renacentistas--, también estuvo la marca de un deseo fortísimo de enaltecer lo nacional.Este enfoque sitúa al pintor y su obra en un amplio espectro que abarca corrientes pictóricas cuyas formas de expresión radican es conceptos estéticos afines a culturas como la hindú, la egipcia, la judía, la prehispánica que en la antigüedad clásica encontró sus grandes apologistas: me refiero al ideal andrógino que rigió al mundo en sus inicios. Este concepto, que otorga a las deidades hacedoras del cosmos atributos inherentes al género masculino y femenino.En la última etapa, cierta vena expresionista se observa en los cuadros blancos y azules, ahí con lenguaje poético el pintor dio forma a una serie de figuras que evidenciaron su amargura personal, pero sobre todo, la de su pueblo y su raza.