Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
De la primera a la última página, Los orillados es un libro inteligente, meditado, erudito. Se puede afirmar con mesura que es una pieza redonda, un libro brillante sobre un asunto--la orilla o el margen, materia de su prólogo-- y sobre cinco poetas caracterizados por una no siempre injusta oscuridad.Obra de sosegada inspiración, Los orillados se compone de los retratos biobibliográficos de Marosa di Giorgio (niña poética o poetiza pueril), Luis Hernández (amanuense de su propia poesía), Juan Carlos Bustriazo Ortiz (panteísta de rítmico lenguaje telegráfico), Raúl Gómez Jattin (loco acaso demasiado consciente de serlo) y Abigael Bohórquez (homosexual y justiciero). Este plausible volumen enfoca con lúcida precisión a estos cinco autores deliberadamente o fatalmente borrosos, apenas conocidos en México.