Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Este libro podría ser la autobiografía soterrada de un personaje desconocido: William Thornway. A través del ensayo y la memoria, Thornway echa mano de la comedia para tratar de explicarse los fracasos y alegrías de una vida que va dejando atrás. Cada texto dibuja un itinerario que parte de las grandes esperanzas y se dirige vertiginosamente hacia las ilusiones perdidas. Como si deseara llevar una vida más simple, este personaje oculta en un pastelazo su infancia irrecuperable; logra enamorarse únicamente después de destruir todos sus libros y referencias librescas; desarrolla su vida en pareja como si actuara en un sitcom sin risas grabadas y su divorcio resulta una típica comedia romántica, pero filmada con diez años de retraso.La sonrisa de la desilusión apunta hacia todos los matices del humor con la agudeza y levedad de una brújula: deambula por la payasada y llega a la risa melancólica, transita del chiste blanco a la carcajada siniestra. El narrador se desnuda ante el lector como lo haría un stand up comedian frente a su público, dejándonos en el rostro ese gesto ambiguo y misterioso del que sólo puede jactarse quien ya no tiene nada que perder.