No hay nadie más experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 años no sólo es la mayor de cuatro hermanos, también es la compañera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante al la vez que estudia muy duro para las clases. Después de que su padre se marcharse sin ninguna explicación cuando ella tenía sólo 16 años, aprendió una gran lección: no te fíes de ningún tipo con sonrisa arrolladora y un imán natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmático y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer mágicamente mariposas en su estómago y que irremediablemente cambiará su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.
Una historia de amor auténtico, un amor que no tiene fin, un amor de dos caras que sólo es el principio. La novela New Adult que marca la diferencia.
De las puertas del paraíso se ha dicho que comienza como una especie de rápida mutación de La Cruzada de los niños de Marcel Schwab en algo que recuerda mucho a libros como mientras agonizo de William Faulkner condensado pero igualmente polifónico, de Los hermanos Karamázov o de El idiota gracias a sus existencias desesperadas, sus mesianismos y sus frenéticas reivindicaciones del amor.
Las puertas del paraíso ha superado con honores la mejor de todas las pruebas: la de resistir el tiempo, la de perdurar en el horizonte literario.
La amarga y conmovedora cruzada que a principios del siglo XII emprendieron varios miles de niños desde Francia con destino a Jerusalén es la base histórica que esta obra narra.