El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En una de las épocas más difíciles del siglo XX para todo aquel que pensara, hablara o creara al margen de cualquiera de los regímenes totalitarios que dominaban Europa, el diplomático mexicano Gilberto Bosques se dedicó a abrir hasta los más insospechados caminos para que los exiliados españoles en Francia, los refugiados judíos y demás perseguidos políticos viviesen con dignidad e, idealmente, lograsen emigrar a tierras mexicanas.En el libro negro de la historia contemporánea de Francia, esos años durante los cuales la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, valores cardinales de la República, se perdieron para ceder su sitio a un Estado xenófobo, colaboracionista y antisemita, hay unas cuantas páginas que aluden a la resistencia y a la esperanza que se conocen demasiado poco. A ese rubro pertenece la labor de Gilberto Bosques y la de los diplomáticos mexicanos que estuvieron en Francia durante el periodo de 1939 a 1942.