MEJORES COMEDIAS DE MOLIERE, LAS (EDICIONES LEYENDA)
Moliére, cuyo indudable poder de observación y feroz ironía de los vicios humanos, describen de manera magistral las pasiones de la sociedad de su tiempo. Con El misántropo presenta al hombre crítico con la sociedad, enfrentado a todo ya todos, la persona que nada encuentra bien y que llevado por un elevado sentido de la verdad y la justicia no encuentra acomodo en ningún lugar. Tartufo es la historia de un hipócrita sin escrúpulos, que, haciéndose pasar por un hombre bueno y santurrón, consigue ser venerado por el rico señor Orgón, padre de los jóvenes Mariana y Damis y casado en segundas nupcias con la hermosa Elmira. Con gran astucia Tartufo logra que lo lleven a vivir a casa de esa familia y ahí, poco a poco va imponiendo su voluntad a su protector y a todos los seres queridos de éste, disimulando su tiránica conducta con la máscara de la humildad y de los consejos religiosos. Sin embargo, la situación se agrava cuando Tartufo pretende casarse con una de las hijas de su protector, y al mismo tiempo, intenta seducir a Elmira. Al final la esposa de Orgón, valiéndose de una artimaña, consigue desenmascarar a Tartufo. El matrimonio se reconcilia y el falso santurrón recibe el castigo que merece.
Oliver Sacks vuelve a hacer gala de su singular talento como narrador, su sentido del humor y su inmensa cultura para plantear cuestiones que ponen en entredicho nuestra percepción del mundo y, muchas veces, nuestra propia identidad. Desde las visiones religiosas y su explicación fisiológica hasta el uso de drogas psicodélicas como puerta a una percepción interior que los sentidos nos niegan, los relatos del doctor Sacks van más allá del mero historial médico y constituyen una auténtica historia cultural de la percepción, un estudio antropológico de una supuesta anormalidad que no es, en el fondo, más que el reverso de lo que normalmente conocemos como realidad. «Fascinante. La comprensión del doctor Sacks hacia sus pacientes y su perspectiva filosófica transforman simples casos clínicos en relatos que iluminan las complejidades del cerebro humano y los misterios de la mente humana» (Michiko Kakutani, New York Times).
Llámenme Ismael Con maestría insólita para estos tiempos sin maestría, Luis Armenta Malpica pone a dialogar un texto narrativo ya canónico de la última fase literaria moderna, Moby Dick, de Herman Melville, con textos de este presente histórico de la poesía latinoamericana. Remueve las aguas en una mezcla estrictamente funcional y, por si fuera poco, con un despliegue de red tendida sobre una superficie en que la alegoría domina el palco oceánico. Aguas del XIX intiman con aguas del XX, se tocan, se hacen la misma agua. Un yo lírico que se desplaza por los textos como un faro, ¿en la noche de la escritura?, puede animalizarse hasta dar con su bella ballena blanca. Puede, incluso, e incluyente de la hondura, sugerir un naufragio decimonónico donde el materialista Mallarme, ya encarrerado, se vuelve aliento mítico de un legendario lírico maldito de océano me refiero a Ducasse. Luis Armenta Malpica literalmente carga con los naufragios del yo poético y, desprendido del vértigo que estuvo ocupado en crear, entrega Llámenme Ismael, uno de los textos más hermosos, lúcidos y conjugados de la poesía mexicana actual.
El cine y la familia, dos dimensiones que María Novaro ha unido en sus películas y que, a la hora de leer, también se manifiestan y se entrelazan. En esta conversación en el Sillón Verde.