Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Los jemeres rojos tomaron el poder hace tres décadas, en 1975, y lo conservaron hasta el 79. Durante esos cuatro años consiguieron cambiar el nombre de Camboya por el de Kampuchea; colectivizar las tierras, de lo que se derivó la hambruna correspondiente; desalojar por la fuerza las ciudades (Pnom Pehn, la capital, pasó de tener un millón y medio de habitantes a sólo diez mil), reventar el núcleo familiar y redistribuir a la población en colectividades rurales esclavistas. Asimismo, prohibieron el dinero, rompieron relaciones con todos los países salvo China y expulsaron a los extranjeros. Para 1979, había muerto un número de camboyanos difícil de estimar, pero que probablemente se acercó a los dos millones y medio, buena parte de ellos ejecutados por la gente de Pol Pot.