Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
La pequeña Analía García, caminando distraída, sin pensar, pisó un chicle por Pampa y la vía y ya nunca se pudo despegar. Pasaron las horas y los días. Sus padres le llevaban de comer. Pasaron las semanas y los meses. Analía empezaba a crecer. Terminó la primaria en calle.