Late en alguno de nosotros la necesidad de relatarse de un modo distinto al de conversación con un amigo o un ser amado. Para este fin la autobiografía acoge, casi invariablemente, una voz en primera persona y se resuelve en la recuperación de una trama perdida. Se va perlando así una vida novelada que confiere un sentido genuino a quien escribe y le hace conocer sensiblemente que ha vivido y que todavía está viviendo