En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
Y esta novela, tan cautivadora y entretenida, no ha sido apreciada como merece por la crítica mexicana. En su estudio "Sierra O?Reilly y la novela", recogido en su libro Clásicos, románticos y modernos (México, 1934), Ermilo Abreu Gómez observa que los críticos o han ignorado o no han sabido valorar las novelas del gran prócer yucateco. Pero el propio Abreu Gómez no resulta más comprensivo ni más entusiasta que los demás, porque el mayor título que le reconoce es el de "precursor de nuestra novela histórica", cuando en realidad le corresponde el de verdadero iniciador; y al hablar de "la evidente significación que tiene su obra" agrega, con prudente reserva, "cuando menos en lo que atañe a su posición histórica". En su Historia de la literatura mexicana ( 6?ed., México, 1958), Carlos González Peña (que, a lo mejor, no leyó ninguna de las novelas de Sierra O?Reilly) , al citar La hija del judío, sólo nos dice "que tiene carácter regional y está inspirada en nada artísticos modelos como Dumas y Sué". y aunque Julio Jiménez Rueda cita de paso como novelista a Sierra O?Reilly en su Historia de literatura mexicana