G. H. ;nunca sabremos el nombre y apellido de la protagonista; es una mujer independiente, escultora amateur y bien relacionada en los cÃrculos más influyentes de RÃo de Janeiro. Un dÃa, sola en su ático, encuentra una cucaracha. Esto provocará en ella arcadas de repulsión y un caudal de reflexiones Ãntimas, algunas hasta entonces desconocidas para ella misma, sobre sus sentimientos, miedos, angustias... Este hecho aparentemente intrascendente le servirá para repasar su vida desde la infancia y llegar asà a la determinación de vencer todos sus miedos.
Una noche. Deseada (Edición dedicada) Primer volumen de la trilogía Una noche
Olivia lo siente nada más entra en la cafetería. Es absolutamente imponente, con una mirada azul tan penetrante que casi se distrae al tomar nota de su pedido. Cuando se marcha, cree que no lo volverá a ver jamás, hasta que descubre la nota que le ha dejado en la servilleta, firmada «M».Todo lo que él quiere es una noche para adorarla. Sin resentimientos, sin compromiso, sólo placer sin límites. Olivia y Miller. Miller y Olivia. Opuestos como el día y la noche, y aún así tan necesarios el uno para el otro. Él es distante, desagradable y misterioso: sabe siempre lo que quiere y la quiere a ella. Ella es dulce y atenta, una mujer joven de hoy en día que se hace a sí misma y debe encontrar las respuestas a los interrogantes de la vida y de las relaciones a medida que los vive. Quiere ser feliz y amada, pero cuando Miller entra en su vida se da cuenta de que ha perdido el control sobre sí misma y sucumbe a la pasión desenfrenada que nace entre ellos dos. ¿Debe escuchar a su corazón o a la razón?Jodi Ellen Malpas te hechizó con Seducción, te dejó sin aliento con Obsesión y te dejó con ganas de más con Confesión. Con la trilogía UNA NOCHE, te preguntarás: ¿qué sucede cuando amas a quien no te conviene? Lectura a flor de piel, nervios y excitación constantes. ¡Jesse ya tiene rival!
Crack, cristal, meta. Son algunos nombres con los que se le conoce a la metanfetamina de cristal, la cocaína del pobre. Este último nombre me asusta. Todo mundo sabe que la coca te puede matar. En realidad, nunca piensas que algo así pueda pasarte. No, cuando tienes dieciséis o diecisiete y vas a una fiesta donde te invitan a probar, no lo consideras una posibilidad. No, a ti no, tú no te vas a enganchar. Pero pasa, quiero decir pasó. Le sucedió a mi hermano, Micah. Dicen que probar un poco no hace daño, que es la mejor experiencia de tu vida. Sentir toda esa energía recorrer tu cuerpo, aquel golpe de adrenalina que acelera y afina tus sentidos. No hay nada igual. Dicen también que puede acabar con tu vida, que arruina tu cabeza, te tira los dientes y te hace un criminal. No sé. En verdad no lo sé, en realidad no importa. Lo único que importa es que mi hermano no está en casa, está perdido, y lo tengo que encontrar.