En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
A pesar de haber sido escrita antes que El niño perdido, William Faulkner, uno de los grandes lectores de Wolfe, consideraba Una puerta que nunca encontré, su continuación natural. Aparece también aquí el hermano perdido, aunque son otros los verdaderos protagonistas de la novela, el padre muerto y la casa familiar, los rudos conductores que atraviesan Estados Unidos de noche con sus camiones repletos de mercancías y un millonario harto de su acomodada vida, los esplendidos y singulares estudiantes de una universidad inglesa y un misterioso personaje que, inmutable, observa cada día el mundo tras una ventana