Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
La enfermedad del amor La obsesión erótica en la historia de la medicina
La enfermedad del amor es un organismo literario: un museo de anormalidades y relatos de todas las épocas, ante la figura del médico que sólo puede ver a medias la estructura lógica del problema. La enfermedad del amor, de Francisco González Crussi, se detiene en los puntos ciegos de las teorías científicas, en el remolino donde la medicina y la vida no logran diferenciarse, a la vez que conduce a una discusión sobre la naturaleza patológica de la obsesión erótica. La enfermedad del amor es, entre muchas otras cosas, un museo de aforismos sobre la dimensión erótica de nuestras vidas, y sus casi infinitos reductos hacia la humillación, el fracaso y otros tormentos, pues el amor es "el fenómeno más discutido y menos comprendido", según Diderot, "la ocupación de las gentes ociosas", de acuerdo con Diógenes, y en la versión de Platón se trata de "la enfermedad de las mentes desocupadas". La enfermedad del amor es un organismo literario poblado por grandes pensadores, arrinconados en los límites de la racionalidad: un museo de anormalidades y relatos de todas las épocas, donde se distingue el triángulo malsano conformado por los hechos del cuerpo y su contradicción con la cultura, ante la figura del médico que sólo puede ver a medias la estructura lógica del problema. Sin pasión por la denuncia o el escándalo, sin necesidad de redimir a nadie, González-Crussí contempla con ironía y serenidad los acontecimientos confusos de la historia, y los enlaza para formar una trama, sin resolución, pero terriblemente entretenida, que conduce a una discusión final acerca de la naturaleza patológica de la obsesión erótica, puesta en escena mediante el recurso de una ficción filosófica, donde los argumentos se tensan y alternan para generar una resolución coherente, pero inesperada, un estado de conciencia donde la literatura y la medicina contemplan el horizonte humano que diagnosticó,en su momento, Francisco de Quevedo: la enfermedad que crece si es curada. -Del prólogo de Jesús Ramírez-Bermúdez-
Una novela ágil e impactante que da sobrada cuenta del joven talento que nace en el no ir mexicano. Diego Rodríguez el Soñado es un ladrón de los viejos, por lo que tiene un particular código moral en el que evita usar la violencia. Cansado de su vida criminal, decide hacer un último atraco y retirarse. Escoge irse a la bucólica provincia mexicana para robar un banco y desaparecer más tarde en la playa. Siguiendo los consejos que le daba su padre, se dispone a ejecutar un plan perfecto, pero desconoce que los planes jamás funcionan como se organizan. En el camino se encontrará con un ladrón de joyas, un pintoresco diputado tlaxcalteca, un aprendiz de narcotraficante, un par de sicarios norteños y un peculiar taxista que harán de todo para impedir su retiro. Uno nunca debe meterse a un lugar si no sabe cómo va salir Con una narración veloz y llena de humor, Iván Farías conecta un robo simple con las guerrillas en África, la mafia rusa y las redes de criminalidad en Europa. La crítica ha opinado. Desde Garibaldi, pasando por Tlaxcala y hasta Sierra Leona, traficantes, proxenetas y mujeres perturbadas llevan esta novela hasta los más seductores, pero peligrosos extremos. Arturo Sánchez, editor en Metro.