El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Me escondo muchas veces para que no descubras nunca lo que hoy te confieso. Aquí hay retazos de amor, promesas incumplidas y, en ocasiones, odio. Del bueno y del malo. Hablo de ti y hablo de mí. Sobre todo de ti. Quiero acertar de una vez por todas. Adéntrate en todos mis palacios y en todo mi universo. Susúrrame que me quede y lo haré.