Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Este libro lúcido e intenso comienza con su padre que leía todo el tiempo y enseño a la pequeña hija a lavarse las manos. Así la historia de esta niña seguirá un camino formando de libros y escritura: el Walden de Thoreau que le heredó la madre, El profeta de Yibrán, lectura constante del abuelo libanés, la libreta que ostentaba en la tapa la palabra Diario con letras doradas y que le dio su madrina, el pequeño escritorio de persiana, regalo de su tío, entre tantos libros y encuentros, como el del amigo estadounidense con el que selló su decisión de escribir a los catorce años.