La caída del régimen Tokugawa, que gobernó Japón durante dos siglos y medio (1603-1868), fue el hecho más importante de la historia japonesa moderna. Este convulso periodo, conocido como Restauración Meiji, comenzó con la feroz oposición de los samuráis a la apertura de la hasta entonces aislada nación a los bárbaros occidentales decretada por el shogun en 1854.