La enfermedad del amor La obsesión erótica en la historia de la medicina
La enfermedad del amor es un organismo literario: un museo de anormalidades y relatos de todas las épocas, ante la figura del médico que sólo puede ver a medias la estructura lógica del problema. La enfermedad del amor, de Francisco González Crussi, se detiene en los puntos ciegos de las teorías científicas, en el remolino donde la medicina y la vida no logran diferenciarse, a la vez que conduce a una discusión sobre la naturaleza patológica de la obsesión erótica. La enfermedad del amor es, entre muchas otras cosas, un museo de aforismos sobre la dimensión erótica de nuestras vidas, y sus casi infinitos reductos hacia la humillación, el fracaso y otros tormentos, pues el amor es "el fenómeno más discutido y menos comprendido", según Diderot, "la ocupación de las gentes ociosas", de acuerdo con Diógenes, y en la versión de Platón se trata de "la enfermedad de las mentes desocupadas". La enfermedad del amor es un organismo literario poblado por grandes pensadores, arrinconados en los límites de la racionalidad: un museo de anormalidades y relatos de todas las épocas, donde se distingue el triángulo malsano conformado por los hechos del cuerpo y su contradicción con la cultura, ante la figura del médico que sólo puede ver a medias la estructura lógica del problema. Sin pasión por la denuncia o el escándalo, sin necesidad de redimir a nadie, González-Crussí contempla con ironía y serenidad los acontecimientos confusos de la historia, y los enlaza para formar una trama, sin resolución, pero terriblemente entretenida, que conduce a una discusión final acerca de la naturaleza patológica de la obsesión erótica, puesta en escena mediante el recurso de una ficción filosófica, donde los argumentos se tensan y alternan para generar una resolución coherente, pero inesperada, un estado de conciencia donde la literatura y la medicina contemplan el horizonte humano que diagnosticó,en su momento, Francisco de Quevedo: la enfermedad que crece si es curada. -Del prólogo de Jesús Ramírez-Bermúdez-
El hereje (1998) es la última novela que escribió Miguel Delibes (1920-2010), sin duda uno de los más importantes y populares escritores españoles del último siglo. La novela, ambientada en el siglo XVI en Valladolid, tuvo un éxito sin precedentes y mereció el Premio Nacional de Literatura, entre otros reconocimientos. Se ha dicho que esta obra sintetiza mejor que ninguna otra las preocupaciones de Delibes: el mundo de la infancia, la realidad de los más desvalidos, la inquietud del cristiano posconciliar, la rectitud personal, la soledad del individuo en medio de los convencionalismos, la muerte como perspectiva inevitable. La obra ha sido leída como una defensa de la memoria histórica y un admirable canto en favor de la cultura representada en la difusión bibliográfica de las ideas. Como afirmó el propio Delibes, El hereje representa un alegato a la libertad y, sobre todo, a la libertad de pensamiento, que es la primera y más eminente de todas las libertades. Una denuncia contra la intolerancia entre hermanos, tan de actualidad, en estos momentos en que el racismo, la xenofobia y los nacionalismos radicales son habitual portada informativa .