Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Diez años después de la crucifixión de Jesús de Nazaret, la divulgación de sus enseñanzas y milagros ha dado pie a un nuevo movimiento religioso que pone en riesgo la unidad de la nación judía. La decisión de Saulo de Tarso de viajar a Jerusalén en lugar de a Damasco impedirá que ocurra el milagro que hace que abrace la causa de Cristo. Así, el curso de los hechos tomará una dirección distinta: Saulo recibirá en la Ciudad Santa el encargo de eliminar a cada uno de los doce discípulos, entonces serán ellos los que deban morir y, junto a ellos, su nueva fe.