A veces, pese a haber alcanzado la fama, pese a gozar de una situación social y económica privilegiada, pese a sentirme afortunado por dedicarme a aquello que más me gusta... todo se torna en necesidad. Y arrastrado por ella, por el deseo incontrolado de conocer de dónde procedo, cruzo el océano y dejo atrás Estados Unidos para sumergirme en la Sevilla de los siglos XVI y XVII hasta nuestros días. Todo un paseo repleto de misterios, traiciones, aventuras e historias de amor que siempre perdurarán en mi retina. A mi regreso me sentí un hombre nuevo conocedor de mis raíces y en el camino conocí todo un mundo oculto al resto de la sociedad donde el honor y la lealtad imperan por encima de todo. Francisco López de los Monteros El Pintor de Sueños.