Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Partiendo de la comprensión de la religión como un lenguaje, el autor analiza la terminología religiosa y la retórica que la articula: teología y logología. Con ejemplos como la acción verbal en las Confesiones de san Agustín y los primeros tres capítulos del Génesis.