Proveniente de una familia descompuesta por la pobreza, Mizoguchi creó un estilo visual rico en belleza y lleno de detalles físicos y psicológicos. Produjo un universo realista donde exploró la relación psicológica de sus personajes, teniendo como tema principal la condición social de la mujer japonesa y su papel en una sociedad divida entre tradición y modernidad.