Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
En la lectura de Jorge Fernández Granados, la interpretación sensual de la poesía va aparejada a una exploración intelectual que ubica al texto en un tiempo, el del instante mismo de la lectura, y en un lugar, el de la tradición y sus contextos. El fuego que camina no es una antología, pero define un gusto literario y traza un camino de aproximación. No es una panorámica, pero recorre el espectro crítico de su autor. No propone la versión personal de un canon, pero sí señala y separa a diecisiete poetas del conjunto de la poesía hispanoamericana contemporánea y con un cuidado y complicidad, nos los devuelve como un "particular sistema planetario".