Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Pocos, sin duda, han sido los escritores que alcanzaron a vivir admirablemente, dadas sus circunstancias, aquella terrible coincidencia de Jorge Semprún llamaba la escritura o la vida. Pocos, también, los que pudieron coexistir entre la política y el arte. Los hay, como el mismo Semprún y Primo Levi, quienes lograron consumar una obra profunda sobre la conciencia humana, sobre el mal y la aterradora convivencia entre el malestar y el vivir. Los hay, por otro lado, como Gustaw Herling y Tadeusz Borowski, que veían en el dolor de la realidad "un mundo aparte". Pero muy pocos son los que alcanzan a cumplir una obra con una gran carga social y política sin que ésta se vuelva una broma. Tibor Déry, uno de los más grandes narradores del siglo XX, cumplió con crear cuentos y novelas en los que el alma de su tiempo encontró un hogar.Presentamos al público en español El ajuste de cuentas, libro que contiene tres relatos que dan prueba de la vida real del siglo XX de aquellos años en los que el compromiso político era indisociable de la actividad literaria. El lector podrá encontrar a un autor que, si bien no ha sido por completo traducido a nuestro idioma, es indispensable en la literatura actual.