El presente breviario compara dos conceptos radicalmente opuestos de la moralidad, los de Aristóteles y Spinoza, ambas las más plausibles de todas las filosofÃas morales. Examina la relación entre intuiciones morales y teorÃa moral, y las ideas contrastantes de normalidad moral y conversión moral.
La vida y la obra de Fernando García Ponce dan forma a una singular aleación de talento innato, rebeldía, disciplina, caos, autodestrucción tenaz, sólida vocación pictórica y lucha frontal contra los valores establecidos tanto por la moral y las ortodoxias de su época en el terreno vital, como por un rechazo absoluto a la herencia exacerbada del muralismo y sus tres grandes exponentes Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, a los cuales Fernando García Ponce no consideraba pintores sino, despectivamente, "periodistas" en el terreno de la pintura.Lo anterior significa que Fernando García Ponce fue un revolucionario en el sentido estricto del término: ante los convencionalismos de su tiempo "que rechazaba tajante y en muchas ocasiones virulentamente" y un innovador en el contexto de la historia de la pintura mexicana de la segunda mitad del siglo XX.