Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Eduardo Milán ha contribuido en gran medida a que los lectores de México conozcan a muchos de los autores, las obras y las propuestas estéticas que marcaron las últimas décadas del siglo xx en otras regiones del idioma. Sus ensayos críticos sobre poetas como Héctor Viel Termperley, Diego Maquieira o José Miguel Ullán, por poner sólo tres ejemplos, contribuyeron a generar un cambio en la sensibilidad de lectores y autores tanto en México como en España y Latinoamérica.En este nuevo volumen de ensayos, Milán profundiza en algunos de los temas que lo han acompañado (como el papel de las vanguardias históricas en América Latina o el lugar que ocupa la poesía concreta brasileña en la historia poética del continente), pero también ofrece claves para acercarse a nuevos autores y para repasar críticamente el presente poético de la lengua.Con una escritura teórica y reflexiva, estos ensayos se distancian del tono impresionista que suele primar en la crítica de poesía para plantear una exigencia radical: la de explicar la tradición inmediata en su dimensión histórica y señalar el abandono del pensamiento crítico que caracteriza a nuestros días.