Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El Barrio es un monstruo: te machuca, te educa, te empuja, te arrastra, te levanta, te tira en el suelo y te pisotea. El Barrio te hace un hombre o un traste. Y uno no tiene más remedio que dejar que El Barrio haga su trabajo. En El Barrio todo el mundo sabe todo sobre los demás. Y hasta lo que no se puede saber se sabe pero no se dice. En El Barrio no hay una noche que se pueda dormir tranquilo. Es un monstruo que te tiene atrapado. Un monstruo que amas y no estás dispuesto a abandonar. Porque te has acostumbrado a él. Porque todo eso es normal en El Barrio. Pero si una madrugada todo ha estado tranquilo porque no es fin de semana, no hay ron en los bares y para colmo hace un frío que pela, y sientes que llaman a la puerta, con un toque duro, nervioso e insistente, entonces puedes estar seguro de que algo grave ha pasado. Y eso es lo que le sucede a Leo Martín, un joven policía que acaba de ser ascendido a Jefe de Sector en el mismo lugar en que nació y creció junto con marginales, borrachines, prostitutas, traficantes y humildes trabajadores, todos inmersos en un bajo mundo donde circulan ron de fabricación casera, carne del mercado negro y estupefacientes.