Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Casi no hay nada para documentar la relación que existio entre Alfonso Reyes (1889-1959) y Carlos Pellicer (1897-1977). Faltan las memorias reveladoras, los ensayos críticos, las alusiones pertinentes y sobre todo un epistoalrio abundante. Sólo quedan tres o cuatro cartas y una terintena de recados o tarjetas, algunas dedicatorias, contadas referencias y poco más. Casi medio siglo de amistad se condensa en unos centenares de líneas lo cual no deja de ser sorprendente dada la fertilidad ya legendaria de Reyes como corresponsal. Lo paradójico es que esta escasez de testimonios tangibles no significa falta de interés o de simpatía de parte de ambos personajes. de hecho, si se leen con cuidado ( y entre líneas) los escasos documentos disponibles queda una impresión sincera y profunda amistad.El libro incluye un breve anexo fotográfico, tomado de los archivos de Carlos Pellicer López, que reproduce originales de algunos textos y otra sección con los versos que se dedicaron los escritores en donde se recupera " Una cactácea para Alfonso Reyes" , poema de Pellicer "descortésmente" olvidado y no recogido en la edición de la Poesía completa.