Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Ramón Martínez es abogado exitoso, ateo militante y patriarca convencional. Un golpe de azar lo privará de la lengua la carne, el habla y lo condenará a vivir una silenciosa tragicomedia.
En esta novela de humor y desasosiego, Jorge Comensal narra las peripecias de Ramón y sus allegados: Carmela la esposa quien deberá volver a litigar después de veinte años sin hacerlo; Paulina y Mateo los hijos adolescentes que tendrán que acostumbrarse a la desgracia cotidiana mientras lidian con la obesidad y el onanismo; Elodia la empleada doméstica, dispuesta a renunciar al aguacate y al chile de árbol a cambio de una cura milagrosa para su jefe; y Benito, el loro blasfemo que se convertirá en el confidente de Ramón. El cáncer teje los hilos de Las mutaciones, una historia sobre la superstición y la codicia, sobre consultas médicas y deudas impagables, sobre la investigación científica y el cultivo de marihuana terapéutica, sobre un oncólogo ególatra, una psicoanalista heterodoxa y un joven hipocondriaco.
La salud, al contrario de lo que pregonaban los charlatanes naturistas, no era un estado de paz y armonía con el entorno, sino de victoria pasajera sobre el caos.
"Un ejercicio especulativo implacable (como la enfermedad misma) sobre los límites de la compasión. Una indagación sin concesiones que intenta responder una pregunta siniestra, casi escatológica: ¿qué hacer ante la noticia de una enfermedad incurable?"
-Juan Pablo Villalobos