Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
Fue en una de aquellas jornadas, que en la memoria se te empastaba como un continuo sin descansos y donde las anécdotas se te apelmazaban en el recuerdo, todo perseguido por un sueño que nunca llegaba, que te descubriste, al pie de un cañón y animando a los artilleros a que corrigieran la alzada, tomando la mano de un muerto. Retiraste la mano suavemente, soltando los dedos helados con cariño, como si temieras turbar su sueño y distraer tus pesadillas. Los muertos eran personajes en la historia de cada día. Dormían