Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El maestro sufi contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían su sentido. -Maestro -lo encaró uno de ellos una tarde-. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado. -Pido perdón por eso. Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno. -Gracias maestro -respondió halagado el discípulo-. -Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites? -Sí. Muchas gracias -dijo el alumno-. -¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo.? -Me encantaría, .pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro. -No es un abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte. Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo. -No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! El maestro hizo una pausa y dijo: -Si yo les explicara el sentido de cada cuento. sería como darles a comer una fruta masticada. De la sabiduría sufi. Incluye CD.