Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
En su casa de campo de los Pirineos franceses, a la que apenas acude ya, Sir George Dillingham encuentra a su sobrino Alexis un muchacho que ha huido del colegio y se ha refugiado allí sin avisarle en brazos de Rose Vibert, joven actriz francesa sin nada mejor que hacer, arranca así un ménage à trois lleno de encuentros y desencuentros, a la vez frívolo y culto, sensual y elegante», según dijera la crítica de la época; un verdadero entramado también culturalista, pero sin pedantería ni erudición, como sin importancia, que construye una red de referencias absolutamente implicada en el sentido profundo de la peripecia, dibujada con un fino equilibrio entre el humor, el sarcasmo, la tragedia y el escándalo.