El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Hace mucho tiempo vivía un rey que era muy rico, amaba el oro más que nada en el mundo. Quería convertirse en el hombre más rico de la Tierra, pensando que haría a su única hija más feliz.