Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La vida del inspector Kurt Wallander ha cambiado ligeramente: no sólo ha hecho realidad su sueño
de tener una casa en el campo, sino que, además, su hija Linda lo ha convertido en abuelo. Sin
embargo, su tranquilidad se ve perturbada poco después, un día de invierno de 2008, cuando el
suegro de Linda, un oficial de alto rango de la Marina sueca llamado Hakan von Enke, desaparece en
un bosque cerca de Estocolmo. Aunque la investigación la dirige la policía de Estocolmo, Wallander
no puede evitar implicarse, sobre todo cuando una segunda persona desaparece en misteriosas
circunstancias. Algunas pistas apuntan a grupos de extrema derecha en el seno de la Marina sueca
y a la época de la Guerra Fría, en particular a la década de los ochenta, cuando varios submarinos
soviéticos fueron acusados de violar territorio sueco. Wallander comprende que está a punto de
desvelar un gran secreto cuyo alcance abarcaría toda la historia de Suecia tras la segunda guerra
mundial. Pero una nube aún más negra asoma por el horizonte.