Un mundo ya lejano en el tiempo, pero no menos sugerente, es el marco de una singular aventura. En una región montañosa de la España de la Reconquista, la contradanza de los destinos de dos jóvenes, en un momento decisivo de sus vidas, sirve de eje a esta historia llena de aventuras y sorpresas. La hostilidad latente en este pequeño universo social hará pensar como casi imposible la convivencia de comunidades tan distintas, en virtud de los prejuicios culturales. Pero esta novela, ganadora del Premio Gran Angular 1998 (México), muestra otra faceta. Unos monjes claustrales, devotos y vivarachos; el hijo de un señor feudal aragonés, educado en las ciencias; un joven mozárabe que, al abandonar los estudios, se refugia en el peligroso mundo de la milicia resistente; un audaz rebelde almogávar y su pequeño ejército, así como los codiciosos intrigantes que nunca faltan, hacen -con unos cuantos elementos históricos- una deliciosa novela de aventuras. Mientras fray Samuel, fray Per y el joven Alaric indagan la naturaleza de un extraño misterio científico, una intriga pondrá en peligro la vida del señor Gondolín Braciforte y de su hijo Alaric, en tanto que Clariot, aspirante a valiente almogávar, entra al mundo señorial de Alafaria por un convenio tramposo e inconfesable. Pero la fuerza de las cosas, y la lealtad para con sus propios valores, hacen que Alaric y Clariot, animados por los frailes, labren el camino de sus vidas. A la distancia, vemos al rey de Aragón don Jaime el Conquistador en un mundo que aún tardará en superar la complejidad política de los reinos ibéricos, poblados por cristianos, árabes y judíos.