Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Víctor Weinstock nos incita, desde las primeras líneas, no tanto a descubrir la obra como invalida. Su huida cociente y alevosa del teatro como un lugar solemne apunta a un espacio que aspira más a la desbandada de los sentidos que a su recogimiento.