Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Juan García Ponce era un provocador esencial. Con una inteligencia erudita, una imaginación inquietante y una ironía implacable subvertida lo evidente, señalaba imposturas, denostaba complacencias.