Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Registro de lecturas compulsivas, Efectos personales incluye un safari al jardín ilustrado de Augusto Monterroso, un viaje sin aduanas por los territorios de Sergio Pitol, la indagación del exilio póstumo de Thomas Bernhard, el mapa de un país llamado Italo Calvino, la confrontación de la pintura de Goya con las figuraciones de la época negra de Carlos Fuentes. Ensayos de inteligencia rápida, animados por el humor, estos quince episodios ofrecen las afinidades electivas de un narrador que, al reflexionar sobre los otros, traza un autorretrato conjetura. Leer significa retratarse, entregar efectos personales.