En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
¡Qué esplendoroso mediodía era aquél! El Tíber no era ya amarillo sino azul. Había un rubor en los viejos puentes que los volvía frescos y fuertes nuevamente. El Panteón, con su majestuoso frente, todo arrugado y lleno de surcos como una vieja cara, ostentaba luz estival en sus batidas paredes.