Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Los textos aquí reunidos parten de una consideración elemental: la obra no es la deriva de una representación, es un bloque de sensaciones, afecciones, tramas y dramas que instituye un movimiento único y singular. Este movimiento encuentra su despliegue y razón de ser en la propia escena teatra y no en su afuera. La puesta en escena de cada obra crea un campo de sentido único, es decir, lo que acontece en ella adquiere su sentido pleno sólo en el espacio creado por ese campo. Un espacio definido por cuerpos, palabras, luz, sonido y texturas.