El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Cuando era pequeño, cada noche dedicaba un rato para contemplar el cielo. Esperaba a que se hiciera de noche para ver mejor las luces que como luciernagas me encandilaban.