Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Víctimas de la opulencia" es de un realismo estrujante, por duro y por vigente; un vívido retrato del México prerevolucionario que describe la pobreza y la desigualdad que privaba y que la Revolución trató de revertir. Éste, como todos los cuentos de Mariano Azuela es a la vez denuncia y sátira, una mirada profunda sobre la condición humana y sus circunstancias.