Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El hombre se ha planteado siempre profundos interrogantes sobre los orígenes de la conciencia, la vida sobre nuestro planeta, los primeros tiempos de la Tierra, el origen del Sol, la posibilidad de vida inteligente en algún otro lugar del cosmos o el destino último del universo. Este libro trata de dar soluciones a estos interrogantes. Su autor tiene la rara habilidad de contagiar su entusiasmo por cuanto se ha descubierto sobre el universo en los últimos años y por cuanto hemos aprendido sobre nuestro propio entorno. Desde una perspectiva científica, el autor compone este libro alrededor de tres grandes figuras: Paul Broca, el insigne neurólogo francés del siglo XIX, Robert Goddard, padre
de la moderna exploración espacial, y Albert Einstein, fundador de la física moderna. A través de sus brillantes páginas, el lector se va adentrando, poco a poco, en la compleja maquinaria del universo, en el apasionante mundo de la ciencia.