Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Originario de Cacalilao, Veracruz, Eduardo Luis Feher tiene en su haber una obra cercana a los treinta títulos que incluye, entre otros géneros, novela, cuento, ensayo, poesía e historia, y que ha merecido comentarios de autores tan diversos como Luis Buñuel, Carlos Monsiváis, Alejandro Jodorovsky, Arturo Azuela, Luis Guillermo Piazza y Hugo Argüelles, entre otros.
El ingrediente literario que preside los relatos de este volumen es el humor. Una cualidad que a cada momento se abre paso entre las historias y destinos de sus personajes para convertirse en reflejo fiel de los absurdos de la existencia, y en un vehículo idóneo para que el lector, al sonreír, pueda también reflexionar.
Sin duda, Eduardo Luis Feher ha conseguido en esta incursión literaria mantener en pleno vigor el empeño que distingue a los verdaderos narradores: contar una historia con la gracia y la destreza que conquistan de inmediato la imaginación y el interés.