Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Moisés Vaca (Ciudad de México, 1982) ha publicado en los libros colectivos Al frío de los cuatro vientos (Instituto Mexiquense de Cultura, 2006) y Perduración de la palabra (UNAM, 2008). También ha colaborado en las revistas Punto en Línea y Los Noveles. Actualmente es investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM.
De naturaleza filosófica e introspectiva, Arder la casa de Moisés Vaca pondera el tiempo como referencia necesaria para medir la trascendencia del hombre y de su historia. A pesar de su escepticismo, el autor abre rendijas a alguna esperanza, a un mínimo optimismo sustentado en la honestidad, en lo evidente, en lo más sencillo. Vaca recurre a trayectos inversos para revelar lo que le interesa: matar para construir, vaciar para decir. Este libro de poemas se refiere a la destrucción violenta no sólo de una casa, sino de la Tierra; poemas ligados por un tono sostenido, un ritmo decantado, y temas que parecen crear una espiral por la forma en que aparecen y respiran.