Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Yolanda Andrade, haciendo gala de su reconocida destreza técnica, recorre en esta muestra múltiples espacios donde transcurre una vida cotidiana que es despojada de su apariencia banal para revestirse de interés y aun de misterio. Ya sea en el interior de una casa o en su exterior, una calle, una plaza, una ciudad, la fotógrafa observa para nosotros como bien dice el curador de la exposición lo desconocido de lo conocido.