El libro que el lector sostiene en sus manos aborda cómo las deidades prehispánicas fueron transformadas en demonios, proceso analizado desde la pintura mural conventual. A diferencia de otros estudios, el problema de la demonización de los dioses prehispánicos está centrado en las imágenes pintadas en varios conventos de la Nueva España. Durante la evangelización, el Diablo fue una figura clave en la conversión de los indígenas, para inculcar el amor a Dios los frailes utilizaron el miedo al castigo diabólico en el infierno. En la pintura mural de los conventos abundan las imágenes de demonios, pero en algunos casos las figuras de los diablos incorporan elementos propios de la iconografía prehispánica